viernes, 16 de diciembre de 2016

3 meses, palabra clave disciplina



Ya han pasado 3 meses desde que me hice la dichosa fracturita subcapital del húmero... Y en estos 3 meses la palabra clave ha sido disciplina, sumado a obediencia y paciencia.
Disciplina de no mover el brazo en el cabestrillo, disciplina de acudir religiosamente a todas las revisiones, disciplina de mentalizarse en cumplir a rajatabla todo lo que me decían y solo dos momentos de desobediencia total y absoluta ( a ver no soy una santa)
Y todo esto ha tenido resultados y estoy contenta. Cansada pero contenta de ver que poco a poco voy ganando movilidad, hoy mismo me he podido abrochar el sujetador como una persona normal y no haciendo aspavientos. (Eso lo he conseguido gracias a lo que hago en esas dos fotos, forzar la rotación interna tirando con el brazo bueno para que la mano suba, como dueleeeeeeeee) Contenta porque la constancia tiene sus ganancias, y contenta porque puedo decir que estoy cada vez mas cerca de alcanzar mi meta que es poder trabajar, que para eso una tiene vocación.
Ayer mismo miraba el primer vídeo que colgué donde prácticamente no puedo mover el brazo y me impresionó ver todo lo conseguido.
Perdón por haber tenido abandonado el blog, pero estaba centrada en la rehabilitación, súmale hora y media de rehabilitación y hora y media de gimnasio y tienes a una madre de familia muy ocupada, y es que esto me lo he tomado como un trabajo señores.
Siguiente paso, terminar de completar los rangos articulares y empezar a ganar fuerza. Hoy mantener un kilo y medio en alto con el codo extendido ha sido como sujetar el mundo entero, tengo agujetas hasta en las pestañas. Pero otra vez mi frase favorita, piano piano se llega lontano, y aunque parezca que corro no lo estoy haciendo, soy muy consciente de cada paso que doy, pisando fuerte para no hacerme daño.

Siguiente capítulo: Maneras de retorcerse en una camilla

P.D: Gracias, gracias, gracias por todos los ánimos, por el recupérate bien, por los elogios, por todos los que estáis a mi lado, por las broncas echadas (una en especial), por alentarme...

jueves, 17 de noviembre de 2016

Momento Camilla igual a dolor

Llega ese momentazo de poner mi hombro en manos de otra persona... Mi salud otra vez en manos de otro y me toca sí o sí confiar en que va a estar bien formada, que no me va a hacer daño, que no va a ser bruta, que va a tocar donde quiero que toque, donde necesito que toque y soy un puñetero saco de nervios.
Hace una semana y media comencé eso que llaman rehabilitación en las mutuas, y tristemente puedo decir que se nota cuando alguien tiene su salario asegurado independientemente de los resultados del tratamiento.
Pero esa es otra historia que ya contaré si consigo que mi enfado alcance límites normales, porque yo soy Fisioterapeuta y sé toooooodo lo que se podría añadir a mi tratamiento.Pero ahora soy paciente.
Las movilizaciones de un hombro que ha perdido todo su rango articular son dolorosas sí o sí y la Fisioterapeuta que me atiende es cuidadosa eso no se lo puedo negar, eso no quiere decir que no sea doloroso y que yo aguante lo indecible para que siga moviendo. Sé de sobra que no me voy a romper. La sensación es indescriptible, el notar que debajo de tu omóplato hay algo que te agarra con todas sus fuerzas para que no te muevas y que si mueves de más te provoca un dolor que te baja hasta la mano. 
De momento, estamos muy centradas en recuperar la flexión sin que la escápula se suba hasta mi garganta y la abducción. Las rotaciones son imposibles, siempre son lo último que se recupera en este tipo de lesiones. Yo iba muy ilusionada porque me notaba que movía mas y más pero claro compensaba hasta con las pestañas y en la camilla el movimiento puro de la articulación no ha alcanzado todo lo que yo pensaba que tenía.Así que un pasito atrás y centrarme en todo aquello que yo pueda hacer para mejorar.

Cuando me tumbo en la camilla me centro, respiro, pienso en todo lo que me dolió parir y la fractura, intento ser lo mas disciplinada posible, pero sé que acabo con los pelos revueltos, el labio mordido y con ganas de llorar. No puedo dejar de pensar en muchos de mis pacientes y en mis niños a los que tuve que someter a esta "tortura". Solo ha habido un día en el que el dolor ha dicho hasta aquí... Lo siguiente es empezar a llorar y he tenido que pedir a mi Fisio que parara. Es más intento estar con los ojos cerrados y no mirarla, pero el labio me delata. Creo que esto sólo lo va a entender aquellos que han sufrido este tipo de movilizaciones.

Podría explicar medio millón mas de cosas, pero esto hay que vivirlo, o mejor no... 

lunes, 14 de noviembre de 2016

Agua

Poco a poco,,, siempre mi frase, piano piano...
En el agua es donde más movilidad he recuperado, tanto que el médico me felicitó. En el agua te aseguras de que no hay golpes, de que no hay peso, de que la fractura no se va a reabrir...
Con la cabeza en el agua nadie ve mis muecas de dolor, porque insisto duele y mucho.
Me meto en el vaso de aprendizaje con mis abuelillas osteoporóticas y me animan, me piden que siga, me dicen tú puedes, se fijan en si hoy muevo mas que ayer.
Pero aunque duele, aunque tengo miedo, aunque los dedos no reaccionan cada vez estoy mas convencida de que ha sido la mejor inversión-decisión de mi vida como paciente.

martes, 8 de noviembre de 2016

Fractura consolidada


6 milímetros, han tardado 52 días en volver a juntarse. 52 días de espera, aguante, dolor intenso, dolor insoportable, dolor tolerable, pero siempre con dolor. Y todavía no se ha ido, pero ya está cerrada.
Y el hombro ha quedado según mi traumatólogo muy bien, yo miro la radiografía y dejo de ver la fractura y veo lo que es mi hombro ahora, un desastre que es mi desastre personal y donde hay que poner orden. Soy virgo y se me da bien ordenar las cosas.
Hoy hablaba con la madre de un paciente por teléfono y me decía es que hay que ver como evoluciona María y si llega a ser la misma, y ahora que soy un poquito más sabia, sólo un poquito, la he dicho no.
María no va a ser la misma porque ella ha tenido su lesión y eso ya hace que no pueda ser la de antes, sino que a ver dónde llega, que nos enseña su maravilloso cerebro que puede alcanzar, ahora es una nueva María y según se lo decía a ella me lo decía a mí misma. 
Este es tu nuevo hombro y de aquí en adelante te va a acompañar con esa cicatriz y una nueva movilidad que te la vas a tener que currar tú como María.
En el anterior post ponía que dudo mucho que vaya a recuperar el 100% y lo sigo pensando, yo con mis ojos de Fisioterapeuta y no de paciente veo mil taras en esa foto, mil defectos pero... Es mi hombro, mi nuevo hombro, la nueva Aurora y a ver dónde me lleva
Como paciente puedo decir que ya, ya está cerrada, ya no hay miedo a que se rompa cogiendo a mis hijas, ya puedo volver a abrazar con fuerza y barriga a barriga como a mí me gusta.Ya está consolidada.


viernes, 4 de noviembre de 2016

Poco a poco

El lunes 2 comencé mi andadura de autorehabilitación a la espera de comenzar en la mutua. Y no sólo recuperar el brazo sino el "fondo perdido". El primer día fue duro, bici, elíptica y piscina para realizar movilizaciones en el agua sin "dolor". Y poco a poco, piano, piano mi cuerpo responde.
Porque ya soy capaz de aguantar la flexión de hombro a 90º agarrando la bicicleta, y porque he recuperado el balanceo automático del brazo durante la marcha gracias a la media hora de elíptica.
Son pequeños pasos que están dando su fruto. Pero duele, duele y mucho.
Es un dolor raro, me gustaría poder hablar con medio millón de personas que hayan tenido fracturas como la mía, y hay momentos malos, de ¿esto se pasará? Supongo que sí, espero que sí, soy de las que se quejan poco... 
Pero aunque duele tengo la "linde" fijada y es recuperarme al máximo posible, y tristemente no creo que sea un 100%, pero bueno esa es otra historia que no sabemos si sucederá.
 

martes, 1 de noviembre de 2016

1 de noviembre del 2016, esto marcha.

Ya ha pasado una semana desde que me quitaron el cabestrillo, y por fin esta tarde me han llamado para comenzar la rehabilitación la semana que viene, pero en una semana he ganado bastante, yo solita. Los que me conocen saben bien que a fuerza de voluntad no me gana nadie...Hay que seguir adelante, aprender a levantarse y a tirar como se puede, como dice Manuel Carrasco.
Perdón por los caretos... Pero duele... Y las sombras en el brazo no son roña que conste, son restos del hematoma que todavía me dura después de más de 6 semanas.

lunes, 31 de octubre de 2016

¿Con qué partimos? 24 de octubre 2016


El hombro es una articulación que se mueve en los 3 planos, con lo cual permite 6 movimientos. Flexión, Extensión, abducción, aducción, y rotación externa e interna (explicándolo de manera secilla, no vamos a hablar de lo que la tiene que acompañar el omóplato)
Este vídeo está grabado una hora después de que me quitaran el cabestrillo y me dieran permiso para mover y os hago la comparativa con el brazo sano para que veais todo lo que tengo que recuperar.
¿Con qué partimos? Pues con esto... Hablando siempre de movilidad, la fuerza. Pues. Necesito.... uffff, ser capaz de levantar 20 kilillos con los dos brazos y mantenerlo un tiempo, que es como coger a un niño grande de 3 años . (Lo necesito para mi trabajo)

En el siguiente enlace podeis ver la movilidad a la que me enfrento.

www.youtube.com/watch?v=0_VNylIBfBg


¿Comenzamos?

Me he dado unos días de descanso mental, para centrarme, sosegarme y reubicarme como paciente. 
El lunes pasado me quitaron el cabestrillo, por fin ese momento tan deseado. Pero claro te encuentras otra vez con una realidad nueva,otra vez reajustar emociones. Esto no se mueve, esto duele, he perdido sensibilidad en la mano, me voy a quedar así...
Y las cosas son mejor siempre a pequeños sorbos, así que he sido buena y he empezado a mover como me pidió el traumatólogo y no como la loca de la fisio que llevo dentro me pedía.

Ahora toca "esperar" a que me llamen de la rehabilitación, porque sí, necesito que alguien me mueva el brazo en diferentes posiciones que yo sola voy a ser incapaz pero....Bla, bla, bla... ¡Ve a entrenar!

Objetivo mensual: 
Recuperar la movilidad pasiva completa en flexión y abducción. Las rotaciones son otro cantar y la fuerza ya vendrá.
Y como las cosas de palacio van despacio, en una semana no me han llamado de la rehabilitación, cuando es taaaaaaaaaaaaaaaaannnnn importante la movilización precoz, así que esta fisio-paciente loca ya se ha apuntado al gimnasio para empezar a mover en el agua y en descarga. (Prohibido levantar peso que todavía la fractura no se ha cerrado del todo).

Pero estoy contenta, en una semana yo sola he avanzado mucho. En breve vídeos en el blog.

Gracias por leerme, por acompañarme, por estar ahí.


Entrena y deja las excusas...!!:

domingo, 23 de octubre de 2016

¿Estamos locos o qué? Hablemos de higiene...

to do list...practice my karaoke. | Anja Rubik by Mario Sorrenti for Vogue Paris March 2013:       Bien, tú llegas al hospital con tu fracturita... Pero vienes de hacer deporte, y te ponen el cabestrillo sobre la ropa que llevas con la indicación total y absoluta de no mover el brazo en tres semanas. ¿Estamos locos o qué? Vale... Aceptamos barco porque me duele tanto que en estos momentos me da igual haber hecho lucha en el barro.

Pero digamos otra vez que no soy una buena paciente... Y esto fue un viernes por la noche y el domingo por la mañana ya estaba suplicando a mis ángeles para que me cambiaran de camiseta, por favor, por favor, por favor... Yo me lavo como los gatos pero esta camiseta me la quito sí o sí. Así que entre 3 personas y yo conseguimos cambiarla sin mover el brazo, pero ¡error! Mala elección... Licra que aprieta mas axila que se empieza a inflamar igual a estoy más incómoda que un cerdo en una charcutería.

Gracias a Dios o debido a mi incomodidad esa noche se me movió el cabestrillo, así que subimos al hospital de Guadalajara a pedir que me volvieran a colocar el brazo en su sitio y con un camiseta nueva dispuesta a volver a suplicar que me la cambiaran. Elegí mi camiseta de SK4L, por supuesto puesta del revés y accedieron a mis súplicas. Pero otra vez diciéndome que lo que elija va a acompañarme bien pegado al cuerpo 3 semanas. (Ummmmmmm, eso no se lo creen ni ellos).

Hablemos de higiene: si no puedo despegar el brazo me escuezo,si me escuezo estoy más incómoda, si intento no rozarme muevo el brazo, así que comenzamos las visitas a la farmacia. Pomada de bebes en la axila, que me doy con un cuidado pasmoso. LLegan los bultos... Pomada antitranspirante para no escocerme, crecen los bultos... Y por fin llega a mi vida ese maravilloso médico que me dice que voy a quedar bien y a la vez dice: "AGUA Y JABÓN" y yo añado "y cambio de camiseta" Música celestial para mis oídos.
No sé cómo lo voy a hacer, pero me voy a duchar!!!!!!!!!! No penséis mal, me estaba lavando, pero como las antiguas. 

Hablemos de higiene, la primera ducha fue la felicidad total, sin mover el brazo, con muchísimo cuidado, con ayuda. A día de hoy ya puedo hacerlo sola, sin mover un brazo, siempre pegado a mi cuerpo con ayuda de una cuerda que he puesto a la medida del cabestrillo. Pero señores médicos... Hay que plantearse muy requetebien lo de tres semanas con la misma camiseta.
Si eres hombre te ponen el cabestrillo sobre la piel y no pasa nada por llevar la camisa medio abierta, como he visto medio millón de veces a mi hermano; pero si eres mujer no puedes ir así por la calle, bueno o sí pero no estaría muy bien visto y lo mismo me hubieran multado. Porque señores yo no estoy loca, sino muy cuerda y 3 semanas con la misma camiseta me parece una cerdada. Me gustaría verles a ellos en mi lugar.

Así que desde ese día agua,jabón y cambio de camiseta. Y el humor cambia, el sentirte limpia te cambia el humor, y un buen humor también es parte de una buena recuperación. 


viernes, 21 de octubre de 2016

Confiar en los médicos.


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Últimamente mucha gente me ha oído decir que a los médicos se les ha olvidado curar, y que simplemente tratan síntomas... Pero cuando hablamos de una fractura como la mía hay dos opciones para curar: cabestrillo o quirófano  y cabestrillo.
La cirugía traumatológica ha pasado por una etapa muy intervencionista en la que se operaba todo de todo y ahora parece que el taller de carpintería ha decidido cerrar las puertas una temporada.

¿Qué me ha tocado a mí? Confiar en el primer trauma que vio la fractura y dijo que quirófano no... Confiar en el segundo trauma que la vio y también dijo que no... Pero yo no estaba tranquila de ninguna manera, así que comenzamos las dudas... Esto yo no lo veo en su sitio, no me gusta ese pico que tengo ahí, eso jamás va a estar bien alineado... Y alguien confirma tus dudas... Y empiezas a pensar que la palabra quirófano no es tan mala, porque hablando mal sabes que te la has liado parda.

Así que me planto en un trauma, que conozco su trayectoria, que sé que opera bien, para poder hablar de mis miedos sinceramente y de repente confías.

Sabe de lo que está hablando, sabe que sí, que está un poco desplazada, pero también me dice que ese piquito se remodelará... No va a limitarme en la flexión ni en la abducción, sabe que eres Fisioterapeuta y necesitas tu brazo, sabe que eres madre y te angustia no poder cuidar a tus hijas... Pero también sabe que no,que no es necesario pasar por quirófano y te repite medio millón de veces que vas a quedar bien.

El señor Don Rodrigo Guijarro supo leerme muy bien, va a ser que sí soy un libro abierto como dice mi amiga Silvia. Y en cada visita me ha transmitido serenidad, "Una fractura subcapital de húmero tarda 6 semanas en consolidar en gente mayor Aurora y en gente jóven 40 días" Que cachondo... Sabe que quiero mover a toda consta y me ha separado la última consulta para evitarlo, me ha dejado llorar en su sala por no poder cuidar de mis hijas. Vio mi inquietud y decidió frenarme.

Así que toca confiar en los médicos que no me han metido en un quirófano y después toca confiar en los Fisios que cojan mi brazo... Esto último va a ser mucho más difícil. Y lo siento, de verdad, pero soy buena en mi profesión y no voy a consentir animaladas. Piano piano se llega lontano.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Ayuda de los demás

Es curioso, que mi profesión y vocación siempre haya sido de ayuda a los demás, y en esta situación te conviertas en una persona totalmente dependiente de la ayuda de los demás.  

Los primeros días fueron ángeles de la guarda, los que me vistieron, me desvistieron, me prepararon la comida, todo con un amor increíble.  Y no se me va a olvidar en la vida. Pero cada movimiento mio era una sacudida de dolor y aquí te vuelves vulnerable sí o sí. Después ya llegó mi madre, que ha sido Dios en este caso.

Lo mejor de este caso es que los pies los he podido seguir usando, y los paseos sola y acompañada me han ayudado a reamueblar la cabeza y asumir que sí,  que necesitaba ayuda, para vestirme, alimentarme (cortar un filete tiene lo suyo a una mano), lavarme... Colocarme cojines en la cama para que no se me moviera el brazo, colocarme el cabestrillo una y otra vez, abrocharme las zapatillas, cuidar de mis hijas bajo mi tutela...


Y poco a poco el dolor va cediendo, y la ayuda va siendo menos necesaria, y voy recuperando esa independencia mía tan anhelada. Simplemente ya puedo cuidarme de mi misma, sigo necesitando la ayuda de los demás para poder cuidar a mis hijas, estoy recuperando mi capacidad de caminar sin cansarme (montañas a mí...) y sigue la ayuda moral...
La de pasito a pasito,  la de agárrate fuerte a mí, los besos dados en mi desolación, los abrazos de Mayte dados desde el cariño mas profundo (cásate conmigo), las palabras que quitan importancia a mis agobios, la de vamos a hacer planes para que no estés sola, el no tengas miedo...
Las frases de lo estás haciendo muy bien Aurora, los cómo estás,  las visitas, las llamadas, los lo dejo todo para estar a tu lado.

Pero sobre todo mi madre... NO hay palabras, cada milímetro osificado se lo debo a ella, que está sabiendo leerme muy bien, que al principio fue una prolongación de mi ser y cada vez que la he pedido déjame a mí, ha entendido que no hay mejor manera de ayudarme que dándome libertad para hacerlo. Que ha respetado que no me tomara medicación, que me metiera en la cama con mis hijas, que necesitaba la intimidad para intentar vestirme sola y que cuando un sujetador se me atraganta viene a mi rescate y en cada paso que he dado en esta recuperación la he oído decir otro pasito que has dado.

Quizás es más fácil pedir ayuda para todo... Pero yo pido ayuda cuando no puedo más... Y no puedo estar más que agradecida por la ayuda de los demás porque en muchas muchas ocasiones ha venido sin petición previa.

Dios que dolor...



Cuando eres profesional de la salud has sufrido o podido sufrir algunos de los dolores a los que se han enfrentado tus pacientes. En mi caso alguna tendinitis, algún esguince fuerte y poco más. 
Cuando he tenido a alguien en la camilla llorando de dolor siempre le he pedido que aguantara un poco más, pero no suelo ser una Fisioterapeuta cafre, que también los hay, y suelo dar tiempos a los pacientes. Hoy en día más tiempo porque son niños y toca un poco mi vena maternal.
Pero claro, ¿cómo medir el dolor? Yo ya tengo mi escala hecha. He parido sin epidural y para mí había sido el dolor mas intenso de mi vida, también el mas bonito por la recompensa. Pero este dolor ha sido el más fuerte al que me he enfrentado en mi vida, sin recompensa.

Seguimos con las necesidades de cada uno, y la personalidad de cada uno y sí, soy una bruta... Y salvo los 3 primeros días me he enfrentado a esto sin prácticamente analgesia, ya hablaremos algún día de los antiinflamatorios.

Cuando eres un culo inquieto quieres moverte, entrar, salir, vestirte... Reconozco que soy la peor paciente del mundo. Usar analgesia era darme alas para moverme, y esto hubiera ido a peor fijo porque me conozco. Así que he pasado esta fractura obligándome a sufrir un poco el dolor, reconocer porqué me dolía, saber cuáles eran los movimientos que me desplazaban el foco de fractura y enfadándome conmigo misma por hacer cosas que no debía. Otra vez lucha Fisioterapeuta-Paciente.

Pero esto duele y mucho, no vamos a negarlo. No ha habido día en el que no haya pensado este dolor se tiene que ir, o cuándo me va a dejar de doler porque en breve me toca subirme a la camilla. 

Ya veremos dónde se queda el ranking cuando llegue ese momento...

lunes, 17 de octubre de 2016

Asumir y afrontar.



Desde el primer momento en el que noté el impacto sobre mi hombro supe que me había hecho algo... Pensé, se me ha salido... Que me lo coloquen, sólo quiero que me lo coloquen. Pero me toqué el hombro y después de rogar a los sanitarios que me atendieron entendí que eso no estaba luxado, sino roto; no sabía cuánto ni por dónde, solo sabía que no podía extender el codo.
Un Fisioterapeuta no se debe romper un hueso, porque le empiezan a llegar a la cabeza todas las imágenes de sus pacientes en la camilla y a mí el dolor no me dejaba pensar con claridad.
Rechacé la analgesia en la ambulancia, seré idiota... Para poder ubicar bien el dolor y llegar al hospital pudiendo decir me duele esto, esto y esto y que me atendieran como rayos, pero las cosas de palacio van despacio y para ellos la prioridad no era el brazo, sino el golpe en la cabeza. Y ahí empecé a ser paciente.
No puedo describir bien las oleadas de dolor y nauseas esperando a que me vieran los traumas ni las ganas de desmayarme cuando me puse de pie para hacerme la placa y lo único que quería es que me dijeran cuánto se había roto, por dónde y si tenía que entrar a quirófano. 
Y llega ese momento en el que la técnico de rayos no me quiere decir lo que ha visto, pero su cara es un poema... Ya estaba ahí la fractura y seguía siendo paciente no fisioterapeuta al que informar de un caso.
Y por fin sabiendo sin saber lo que tenía, pedí la analgesia. Brutita que es una.
Entré a trauma sabiendo que me lo había roto y esperando esas palabras que tanto miedo me dan, quirófano, clavos, placa, cicatriz, secuelas... Y cuando me dijeron te has roto la cabeza del húmero entera, toda su sección, se me vino el mundo encima. Ni Mamá, ni Fisio ni Roller. Menos mal que no escuché quirófano. Sólo paciente, paciencia. 6 semanas de inmovilización total del brazo, de las cuales ya llevo 4.
Y te vas a casa intentando asumir y afrontar, y no podía dejar de decir en alto para terminar creyéndolo "me he roto el brazo", no sé cuántas veces lo pude decir... Porque ahora soy paciente. (Pero con experiencia)


Fractura subcapital de húmero.


Bueno... Pues sí, me rompí el húmero... Y una buena manera de rompérmelo... del todo...

Me presento, me llamo Aurora, tengo 37 años, soy Fisioterapeuta y hace un mes pasé a ser paciente. Y aquí os quiero contar como se vive estando en el otro lado, las consultas, los miedos, las decisiones tomadas, y sobre todo enseñaros el proceso de rehabilitación al que me enfrento desde el otro lado del espejo.