viernes, 21 de octubre de 2016

Confiar en los médicos.


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Últimamente mucha gente me ha oído decir que a los médicos se les ha olvidado curar, y que simplemente tratan síntomas... Pero cuando hablamos de una fractura como la mía hay dos opciones para curar: cabestrillo o quirófano  y cabestrillo.
La cirugía traumatológica ha pasado por una etapa muy intervencionista en la que se operaba todo de todo y ahora parece que el taller de carpintería ha decidido cerrar las puertas una temporada.

¿Qué me ha tocado a mí? Confiar en el primer trauma que vio la fractura y dijo que quirófano no... Confiar en el segundo trauma que la vio y también dijo que no... Pero yo no estaba tranquila de ninguna manera, así que comenzamos las dudas... Esto yo no lo veo en su sitio, no me gusta ese pico que tengo ahí, eso jamás va a estar bien alineado... Y alguien confirma tus dudas... Y empiezas a pensar que la palabra quirófano no es tan mala, porque hablando mal sabes que te la has liado parda.

Así que me planto en un trauma, que conozco su trayectoria, que sé que opera bien, para poder hablar de mis miedos sinceramente y de repente confías.

Sabe de lo que está hablando, sabe que sí, que está un poco desplazada, pero también me dice que ese piquito se remodelará... No va a limitarme en la flexión ni en la abducción, sabe que eres Fisioterapeuta y necesitas tu brazo, sabe que eres madre y te angustia no poder cuidar a tus hijas... Pero también sabe que no,que no es necesario pasar por quirófano y te repite medio millón de veces que vas a quedar bien.

El señor Don Rodrigo Guijarro supo leerme muy bien, va a ser que sí soy un libro abierto como dice mi amiga Silvia. Y en cada visita me ha transmitido serenidad, "Una fractura subcapital de húmero tarda 6 semanas en consolidar en gente mayor Aurora y en gente jóven 40 días" Que cachondo... Sabe que quiero mover a toda consta y me ha separado la última consulta para evitarlo, me ha dejado llorar en su sala por no poder cuidar de mis hijas. Vio mi inquietud y decidió frenarme.

Así que toca confiar en los médicos que no me han metido en un quirófano y después toca confiar en los Fisios que cojan mi brazo... Esto último va a ser mucho más difícil. Y lo siento, de verdad, pero soy buena en mi profesión y no voy a consentir animaladas. Piano piano se llega lontano.